El martes de carnaval, “Mardi Gras”, los hogares
franceses se llenan del dulce aroma que desprenden las crêpes. Un olor que
permanece durante todo el día. A pesar de ser muy típico en estas fechas, hoy
en día, se toman en cualquier momento del año, y en cualquier parte del mundo.
Existen crêpes saladas y crêpes dulces. La masa no
se prepara de la misma manera. Esta receta es para hacerlas dulces. Se pueden
tomar así tal cual o rellenarlas.
Son ideales para una merienda, desayunar o de postre.
No es necesario usar toda la masa de un golpe. Se puede conservar unos días en
la nevera y hacer solo las crêpes que se vayan a comer.
Si sobran, se pueden conservar perfectamente en la
nevera y calentarlas al microondas. Se guardan sin rellenarlas y protegidas con
film transparente.
Salen
12-13 crêpes. Si queréis hacer más, doblad las cantidades.
Ingredientes
4 huevos
2 cucharadas soperas de
azúcar en polvo
2 cucharadas soperas de azúcar vainillada
2 cucharadas soperas de azúcar vainillada
3 cucharadas soperas de
aceite
1 pizca de sal
1 pizca de sal
½ paquete de levadura
50 g de Maicena
50 g de Maicena
150 g harina
150 ml de leche a
temperatura ambiente
150 ml de agua
4 cucharadas soperas de ron negrita
Ralladura de limón
Mantequilla
150 ml de agua
4 cucharadas soperas de ron negrita
Ralladura de limón
Mantequilla
Preparación
En
un recipiente grande, batir los huevos junto con el azúcar blanco y el azúcar
vainillado.
Agregar
el aceite, la sal, la levadura y la maicena. Mezclar bien, usando un batidor de
varillas, hasta que la maicena esté completamente disuelta.
Añadir
la harina.
Diluir poco a poco con la leche, el agua y el ron para obtener una masa muy lisa. Es muy importante que no se formen grumos.
Añadir
la ralladura de limón.
Dejar
reposar la masa un par de horas tapada con un paño.
Derretir un poco de mantequilla en una sartén a fuego medio alto. Echar masa suficiente para cubrir el fondo de la sartén con una capa fina. Dejar al fuego un par de minutos.
Dar
la vuelta a la crêpe usando una espátula fina y dejar que se haga por el otro
lado.
Se
van poniendo las crêpes en una fuente ancha, una encima de otra, y se tapan
hasta que se hagan todas, para mantener el calor.
Servir
las crêpes calientes, recién hechas.
Cada comensal pone una crêpe en su plato y le da la
vuelta. Se rellena con lo que más guste, azúcar, nocilla, sirope, nata montada,
frutas…. Luego se dobla en cuatro, también se puede enrollar como un canuto. Y ¡Bon Appétit!
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